Otro año más bajo el mismo cielo roto.
Las ascuas continúan apagándose y nadie se da cuenta,
no saben que cuanto más brillan más rápido se consumen
y en un acto de paupérrima cordura ignoran las señales.
Sí, es cierto que no han caído nieves ni granizos que marchiten sus hojas,
pero en lo más gélido de la noche el rocío sigue destrozando de una manera inapreciable sus últimos arrestos de vida.
Pero se están muriendo y no somos capaces de reconocerlo.
El grafito desaparece de las hojas, la tinta abandona al papiro.
Las palabras pierden su significado y yo me pregunto "¿A dónde fueron?".
En su demacrada inexistencia son arrojadas al olvido y lamento reconocer que se ha dado por perdido.
Llamadme loco soñador o idiota empedernido,
pero este gato seguirá contemplando a la luna.
Despierto y dormido.
Las ascuas continúan apagándose y nadie se da cuenta,
no saben que cuanto más brillan más rápido se consumen
y en un acto de paupérrima cordura ignoran las señales.
Sí, es cierto que no han caído nieves ni granizos que marchiten sus hojas,
pero en lo más gélido de la noche el rocío sigue destrozando de una manera inapreciable sus últimos arrestos de vida.
Pero se están muriendo y no somos capaces de reconocerlo.
El grafito desaparece de las hojas, la tinta abandona al papiro.
Las palabras pierden su significado y yo me pregunto "¿A dónde fueron?".
En su demacrada inexistencia son arrojadas al olvido y lamento reconocer que se ha dado por perdido.
Llamadme loco soñador o idiota empedernido,
pero este gato seguirá contemplando a la luna.
Despierto y dormido.
Ameisin!
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