domingo, 6 de septiembre de 2015

El curioso caso de: Dwarf Fortress

Hoy presento un juego que me ha llamado la atención de una manera especial por su complejo sistema de formación de mundo.


Este juego de apariencie simple (muy simple, podría pasar por un juego de hace 30 años) deja de lado el aspecto gráfico para ofrecernos una aventura épica en una experiencia que esta más cercana a los juegos de mesa inmersionistas en los que los jugadores son bolitas sobre una cuadrícula y el destino se decide por tiradas de dados, que a un vídeojuego.



Antes de comenzar la partida el juego te requerirá rellenar una cantidad casi absurda de datos sobre el mundo en el que quieres jugar, teniendo en cuenta factores tales como: la extensión, el grado de erosión del terreno, la cantidad de vida salvaje y pueblos (a las que se les ajustan diversas historias y leyendas en función del momento y el lugar donde aparezcan), temperatura, nivel de lluvias, drenaje del suelo, actividad volcánica. Tras esto podrás decidir si conocer la historia del mundo desde el principio o ir averiguándola gracias a obras de arte, cuentos que narren ocasionalmente los PNJs...


Tras esto comenzará el juego, que presentará 2 modalidades que no podrán jugarse de manera simultanea: el modo Dwarf Fortress y el modo Adventure.


En el modo Dwarf Fortress dirigiremos un nuevo asentamiento conformado por 7 enanos que tendrán que llevar a cabo tareas tan sencillas como minería y agricultura hasta decoración, alfarería o cualquier cosa icónica de esta raza. Nuestros 7 enanos tendrán personalidades diferentes y sus habilidades se desarrollarán automáticamente en función de las tareas que realicen. Quiero hacer hincapié en el termino "dirigir" en vez de "manejar" o "controlar" por que aunque nosotros seleccionemos tareas para realizarlas serán ellos los que decidan si llevarlas a cabo o no. Si por ejemplo los mandamos a una mina sin alguien encargado de la seguridad y son atacados por un grupo de goblings es probable que tras ver morir a sus compañeros los supervivientes estén poco dispuestos a volver a meterse bajo tierra. Si conseguimos que todo vaya bien con el tiempo los enanos traerán a sus familias y poco a poco el asentamiento crecerá y su historia y cultura se desarrollará en función de las características del terreno y las decisiones que tomemos durante el juego.

Si por algún casual queremos cambiar al modo Adventure nuestro asentamiento será abandonado y nuestro nuevo (y único personaje) aparecerá en algún lado aleatorio del mapa y seleccionaremos sus características, eligiendo entre 3 razas (enano, elfo o humano) y sus habilidades pudiendo tener desde cosas sencillas como "nadar" o "escalar" hasta dotes en cada una de las múltiples armas que hay en el juego. Este modo de juego se centra más en la lucha y cuenta con medidores de daño individuales para extremidades, órganos vitales e incluso nervios y venas principales permitiendo al jugador seleccionar los ataques de su héroe de forma precisa. Su único objetivo será sobrevivir y podrá elegir entre realizar misiones, cazar por libre o formar equipos con PNJs de aldeas para lograr llevar a cabo sus objetivos.


Probablemente una de las cosas más interesantes de este juego sea, a parte de la exactitud y el nivel de detallismo, sea que todo lo que hagas en la partida repercutirá en partidas futuras. Las aldeas que construyas en el modo Dwarf Fortress serán las futuras ruinas en siguientes partidas, los personajes del modo Adventure serán los futuros héroes en partidas venideras y sus logros serán contados en las leyendas... no sé, a mi me parece brutal y no me creo que según sus desarrolladores aun le queden 20 años de trabajo para implementar todas las ideas que tienen.

2 comentarios:

  1. Ese juego no es nada nuevo, ya existia hace mucho XD. Hasta existen versiones graficas del juego

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    1. Ya, pensé en incluir imágenes de como se ven esas versiones pero lo desheché debido a que no encajaba con la idea original del mismo. El que algo no sea nuevo no implica que no pueda ser interesante hablar de ello, por eso escribí este artículo.

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