En los últimos Juegos del Hambre quese realizaron en Albacete me tomé la libertad de pedir a los jugadores que tras la muerte si podían me contestaran a unas pocas preguntas sobre la razón de la misma. Aunque solamente lo rellenaron 13 jugadores esto ya nos empieza a permitir ver patrones en el comportamiento de los jugadores y mejoras a aplicar para igualar el juego.
Lo primero que vemos es que 6 de ellos murieron por cuchillos arrojadizos (que resultaron ser los grandes protagonistas llevándose la mayoría de las bajas).
De los 13 jugadores solo 5 murieron en la primera mitad de juego, lo que parece algo ilógico ya que este momento es cuando más tributos en la Arena y por lo tanto es cuando por probabilidad debían darse más encuentros y por lo tanto más muertes. Esto se debió principalmente a que los tributos jugaron de manera más pasiva y no fue hasta el final, cuando los cuchillos fueron cambiando de manos y distribuyéndose entre las alianzas, que empezaron a atacarse más aprovechando la distancia.
Hubo solo 2 muertes por la espalda, una al principio y otra al final siendo la primera de estas a cuchillo por lo que el factor sigilo o distracción no fue muy aprovechado, cosa que en mi opinión habría que intentar potenciar ya que añade nuevas dinámicas al juego.
Con los pocos datos de los que dispongo no puedo sacar más conclusiones así que me quedo con estas: las armas arrojadizas necesitan restricciones ya sean en su uso o en la cantidad que se puede llevar, se deben potenciar los enfrentamientos al principio del juego con alguna medida (tal vez obtener una vida extra por cada persona que mates en los primeros 20 minutos) y se deben buscar maneras de implantar o potenciar más el sigilo o la estrategia entre jugadores.
Lo primero que vemos es que 6 de ellos murieron por cuchillos arrojadizos (que resultaron ser los grandes protagonistas llevándose la mayoría de las bajas).
De los 13 jugadores solo 5 murieron en la primera mitad de juego, lo que parece algo ilógico ya que este momento es cuando más tributos en la Arena y por lo tanto es cuando por probabilidad debían darse más encuentros y por lo tanto más muertes. Esto se debió principalmente a que los tributos jugaron de manera más pasiva y no fue hasta el final, cuando los cuchillos fueron cambiando de manos y distribuyéndose entre las alianzas, que empezaron a atacarse más aprovechando la distancia.
Hubo solo 2 muertes por la espalda, una al principio y otra al final siendo la primera de estas a cuchillo por lo que el factor sigilo o distracción no fue muy aprovechado, cosa que en mi opinión habría que intentar potenciar ya que añade nuevas dinámicas al juego.
Con los pocos datos de los que dispongo no puedo sacar más conclusiones así que me quedo con estas: las armas arrojadizas necesitan restricciones ya sean en su uso o en la cantidad que se puede llevar, se deben potenciar los enfrentamientos al principio del juego con alguna medida (tal vez obtener una vida extra por cada persona que mates en los primeros 20 minutos) y se deben buscar maneras de implantar o potenciar más el sigilo o la estrategia entre jugadores.
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