Durante una época, al menos aquí en España, se volvió común una muletilla que decía algo así como "la obra que emocionó a Spielberg" o "la película que hizo llorar a Spielberg". En aquellos años, por algún motivo se entendía como sello de calidad que tu producto, fuera cual fuera llegara al director estadounidense y despertara en él algún tipo de reacción.
Siempre me ha resultado graciosa la idea de escritores, guionistas, directores y demás autores tratando de lograr bajo cualquier medio que su obra acabara en manos de este hombre en específico: dejándosela bajo el felpudo, imprimiéndosela en el papel higiénico, susurrándosela al oído mientras duerme... me gustaba imaginarlos como pequeños ninjas haciendo todo lo que estuviera en su haber para que la mano del maestro rozara con la punta de sus dedos aquello en lo que tanto habían trabajado.
Bromas a parte, más pronto que tarde, algunos entendimos que Spielberg parece ser un hombre de lágrima fácil: lo mismo te llora en el entierro de la abuela que con una oferta 3x1 en el supermercado. El uso y abuso de su imagen diluyó el valor de sus lágrimas, por que nada valen las lágrimas de Spielberg si este llora con todo. Es por eso que creo que debemos buscar nuestros propios Spielbergs, figuras de corazón de piedra y muertos por dentro, que cuando lloran con algo sea por que es realmente conmovedor.
En mi caso, si puedo servir como baremo para alguien, diré que hay de 4 obras que me han emocionado hasta el punto de hacerme llorar.
- Un manga: Oyasumi Punpun
- Un anime: Violet Evergarden
- Un videojuego: With Those We Love Alive
- Un libro: El Niño Robado
Sobre Oyasumi Punpun.
No esperes venir aquí buscando personajes a los que amar. Por que cada personaje en este manga es basura. Todos ellos son repugnantes en alguna faceta... Y aun así es realmente fácil sentirse identificado con ellos.
Punpun, nuestro protagonista, siendo dibujado como poco más que un pajarito esbozado por un niño es más real en su interpretación que muchos laureados actores de Hollywood. Siendo un protagonista silencioso, casi inactivo la mayor parte del tiempo, se siente más vivo que la vida misma.
Puedo verme a mí mismo reflejado en cada defecto, grandes y pequeños. En cada acción vil y egoísta, en cada pecado y arrepentimiento. No solo de Punpun, si no de todo el elenco. En su narrativa, Inio Asano (su autor) demuestra una profunda comprensión de la psique humana en sus mejores y peores momentos, el realismo que imprime a una obra tan surrealista es simplemente impresionante.
Oyasumi Punpun es un extraño espejo en el que puedo mirar a mis demonios internos, una manera segura de hacerme consciente de ellos sin que puedan realmente atacarme gracias al cristal que separa realidad y ficción.
Esta obra de mierda me rompió, haciéndome dolorosamente consciente de mi naturaleza, haciéndome querer ser mejor, dejándome claro que puedes reparar una vasija rota pero nunca eliminar sus grietas.
Tanto su dibujo como su historia son maravillosas, mucho más buenas de lo que merecen ser. Si eres una persona rota, amarás este manga en la misma medida que te dolerá leerlo.
Sobre Violet Evergarden.
Esta obra de animación es esplendida en todos sus sentidos.
A nivel visual es un festival de preciosismo. La viveza de sus colores, la atención al detalle, la fluidez del movimiento y la belleza de su trazo; junto a un estilo depurado logran poner a esta obra en un podio al que muy pocas llegan.
Pero el verdadero punto fuerte de Violet Evergarden son sus tramas. La protagonista, Violet, es desechada del ejercito tras perder los brazos en una batalla. La guerra ha acabado, su anterior capitán ha muerto y ya no hay un lugar para ella en el mundo.
Es ahí cuando empieza a trabajar como escriba para terceros, buscando aprender a través de los sentimientos que otros ponen en sus cartas sobre sus propias emociones. Emociones que se le habían privado desde pequeña, cuando fue convertida en niña soldado, obligándola a rechazar sus propios sentimientos volviéndola poco más que una herramienta para la guerra.
La delicada crudeza con que se trata la exploración de estos sentimientos son lo que vuelven Violet Evergarden en una obra que golpea como un mazazo en el corazón.
Recuerdo terminar destrozado después de algunos episodios, preguntándome por qué seguía viendo algo tan doloroso.
Por el momento en que la vi uno de sus episodios, el cual trataba de una madre con una enfermedad terminal que quería dejar escrita una carta por año a su hija, me destrozó sobremanera. Si estás pasando por una situación similar tal vez sería mejor esperar a que la herida sane un poco antes de verla.
Sobre With Those We Love Alive.
Es complicado describir With Those We Love Alive, es de esas cosas únicas en la vida que solo comprendes cuando las experimentas.
Para empezar, no es fácil de catalogar. A pesar de ser considerado un videojuego, dependiendo de la definición que uses a penas llega a esa categoría. En primer lugar, por que rechaza el uso del vídeo, siendo todo lo que muestra al "jugador" texto y música. En segundo por que su jugabilidad se limita a escoger opciones haciendo click en ellas. Su parte "más jugable" de hecho escapa de su formato y abandona la pantalla, pues esta obra te pide en ciertos momentos que dibujes en tu piel.
Es por eso que considero a With Those We Love Alive más una "experiencia interactiva" que un videojuego persé.
Aclaro ya que no es una obra para todo el mundo, pues en ciertos momentos puede volverse muy dura. Si queréis una comparación, la mejor que yo he encontrado es la siguiente: "Es como ese momento de una peli de terror en el que la música va paulatinamente en ascenso, acelerando y acelerando hasta que frena abruptamente y se hace el silencio, dejándote solo con el silencio de una amenaza que aun no aparece en pantalla. La sensación que provoca ese silencio, es la misma que produce With Those We Love Alive, con la diferencia de que en la película solo te mantienen en tensión un instante, mientras que aquí dura horas".
No exagero cuando digo que tras un par de horas tuve que dejar el juego, alejarme de la pantalla, comer algo, calmar mis emociones y volver con energías renovadas.
Sobre El Niño Robado.
Sinceramente no sé ni cómo esto llego a mis manos, pues lo hizo siendo muy joven y como un regalo. Imagino que quien me lo dió, simplemente leyó la contraportada y se dejó llevar por palabras como "duendes" o "fábula" para pensar que era algo que un preadolescente fantasioso podría disfrutar. Seguramente pensando que sería algo como Harry Potter, pero no podía estar más lejos de la realidad.
El libro habla de vidas robadas, del miedo y el rechazo, del suicidio, de violaciones, secuestros, la muerte y corazones rotos. Un relato de fantasía donde la realidad es mucho más cierta que en el 99.9% de las obras, donde no hay buenos o malos; solo gente egoísta, gente asustada.
La historia trata de Henry Day. Los dos Henrys Day, por que hay 2 Henrys. Al comienzo de todo Henry, un niño pequeño es secuestrado en el bosque por duendes y uno de ellos toma su aspecto. En adelante, ese ser ES Henry Day y usurpa su lugar en su hogar. Abraza a su madre, cuida a sus hermanas, ayuda a su padre...
Mientras, el otro Henry Day queda atrapado con los "duendes" una suerte de niños perdidos al más puro estilo de Peter Pan que son incapaces de envejecer hasta que vuelvan a un hogar. Henry aprende que el farsante que le suplanta estuvo aprendiendo durante meses todo sobre él para poder hacer una interpretación perfecta. También aprende que no podrá volver a su hogar, no se lo permitirán los otros niños de la tribu. Aprende que el orden natural es que todos volverán a tener una familia eventualmente, que todos observarán a alguien y aprenderán todo de él, que ocuparán su lugar y el ciclo se repetirá. Aprende que el poder realizar el ritual es un privilegio que se guarda solo para el más anciano de la tribu, que antes de él tendrán que irse todos, que su turno podría tardar decadas en llegar. Que nunca le dejarán volver a ver a su madre, pero que si se porta bien, algún día podrá tener otra madre.
En el libro se sigue la vida de los 2 Henrys: el verdadero y el falso, mientras poco a poco se desdibuja la línea que separa a ambos. Al principio es fácil odiar al Henry humano que robó la vida al Henry duende, es fácil saber que él no es Henry Day y que el verdadero Henry Day es el que sigue atrapado en el bosque. Pero conforme pasan los años y las décadas, más confusos se vuelven esos sentimientos. Cuanto más nos sumergimos en la vida en el bosque del Henry duende más podemos entender y perdonar al Henry humano por lo que hizo, por querer escapar de allí y recuperar lo que un día le quitaron. Cuanto más seguimos la vida y crecimiento del Henry humano más fácil nos es entender que esa vida ahora es su vida, por que los 5 años que la tuvo el Henry duende no son nada con los 20-30 años que él la ha tenido, todos los logros y experiencias, amigos y amores vinculados a esa vida son suyos, no del otro Henry.
Como he dicho al principio, esta obra toca temas duros. Y no romantiza ni infantiliza lo que sucede. La realidad es dura y te lo deja ver. No es explícita, no se regodea ni ensaña en la crueldad que muestra pues no lo necesita. Pero los temas son duros y alguien sensible a ellos podría pasarlo mal. Incluso alguien que no sea sensible a ellos podría pasarlo mal.