Pues un año más he estado por este evento (el cuarto, si no recuerdo mal... tal vez el quinto) y voy a compatir mis impresiones con vosotros, mis inexistentes lectores.
Empezamos el sábado con colas rápidas, bien señalizadas y con miembros de la organización vigilando... esto no debería a ser algo que felicitar ya que debería ser lo normal, pero no os imagináis cuantos eventos hay que no tienen cuidado en algo tan sencillo como eso.
Es por eso que se agradece eso y aun más se agradece tener a las mascotas, Shonen y Shoujo, paseándose por allí y saludando a todos. Algo tan sencillo como eso ayuda a que el trato de la organización del evento se sienta mucho más humano y cercano.
Tras ese trámite mi primera parada fue en la zona de talleres, donde la organización demostró otra vez atención a la gente dirigiendo las colas cuando se alargaban demasiado y avisando a los que estaban esperando sobre los talleres para los cuales aun quedaban plazas y para cuales no.
Estuve en un taller de peluches Tsum Tsum donde se podía escoger entre un entrañable Pikachu y un espachurrable Totoro. He de decir que la encargada fue muy atenta con los participantes, explicándoles cosas básicas que se suponía debían saber de antes (como coser, por favor chic@s leer los requisitos que se piden con la inscripción). La única queja que tengo de la actividad fue la duración, pues hubimos unos pocos que no pudimos terminarlo a tiempo.
Tras esto fui corriendo a la zona de combate pues ya había empezado el torneo de jugger y de hecho mi equipo ya había jugado un partido. No fue mucho lo que pude hacer, tras mi lesión en la Winter Cup no he podido volver a coger la cadena y con el escudo no soy gran cosa de momento. Si os interesa ver los partidos de Los Vergadores podéis encontrarlos en el canal de mi amigo Victor pinchando aquí. Aquí las quejas son las de siempre, que los arbitros están para dar la señal y poco más. En uno de los partidos (no diré cual para no herir sensibilidades y así además hacer que os veáis los 3) se ve como el equipo rival realiza mal las cuentas levantándose mucho antes de lo que correspondería y no sancionándose golpes claros ante los que la pasividad de los arbitros dejó un muy mal sabor de boca a todos. Quiero entender que esto es debido a que no se dedican de manera habitual al jugger y que arbitrando una vez al año es difícil estar atento a todo cuando te toca hacerlo, pero sabiendo que todos los años se encargan los mismos de esto podrían hablar con la comunidad de jugadores de la ciudad para ir a practicar de vez en cuando y evitar estos problemas.
Terminó el torneo y llegó la hora de la comida, como todos los años eché en falta un poco más de menú. Estaban como de costumbre el puesto de los ramens (o rámenes) con sus 3 sabores y el puesto de los dulces con sus granizados, sus dorayakis, sus onigiris y poca cosa más. Imagino que con el público que hay (a pesar de que este año ha crecido, alcanzando si no recuerdo mal los 9000 visitantes) no sería rentable poner muchos más puestos de comida, aunque eso no evita que como el maldito zampabollos que soy los eche de menos. Si os sirve de consuelo a 2 minutos caminando hay un McDonalds donde poder ir a comer como cerdos sin arruinaros en el intento.
Bien entrada la tarde volvimos a la acción, querría haber ido al taller de complementos neko pero la zona de combate volvía a reclamarme. Empezaba el torneo de softcombat organizado por los encantadores sumachos de Azarkia y Razia y había que ir. Como siempre los combates fueron muy entretenidos y bien arbitrados con la emoción aumentando ronda por ronda. Y tal vez esa sería la única queja en ese respecto, que las primeras rondas se hacen algo lentas por la cantidad de inscritos (puede pasar la vida y media entre tu primer combate y el segundo) así que yo recomendaría al menos para la primera ronda (y tal vez la segunda) la creación de un segundo ring que permita agilizar un poco las cosas.
Así terminó el sábado, pero no para mí pues mi pack Saeko incluía acampada así que montamos el chiringuito y empezamos a hablar con la peña. Había varias partidas de El Lobo de Castronegro para unirse, una peli proyectándose y algunas cosas más. Sin embargo el gran entretenimiento fue el espectáculo que se montó, la organización tuvo que expulsar a varios campistas por estar bebiendo fuera en la zona del aparcamiento. He de decir que si bien entiendo a los organizadores y sé que está explicado en las normas que no se puede beber en el recinto me pareció algo brusca la expulsión automática que les pusieron pues como ellos mismo explicaron pensaban que con el recinto se referían a DENTRO del edificio y que por eso mismo salieron. Aunque más que por los motivos me parece excesivo por las repercusiones, ya que los que nos quedamos en la acampada es por que no vivimos en Albacete y eso significa que si expulsas a alguien lo estás dejando para que duerma tirado en la calle... por lo que hacerlo sin darles siquiera un aviso... lo siento pero no lo apoyo.
Llegó el domingo y nuevamente me apunté a un taller (xilografía japonesa) pero no pude asistir debido a como se solapo con el minirev que montaba Azarkia. Igual que antes reconocí lo bueno ahora reconozco lo no tan bueno. Apuntaron a bastantes grupos y nos llamaron a todos a la misma hora, pero el rev era para jugarse con solo un grupo así que estuvimos esperando muchísimo tiempo hasta que pudimos empezar, algo que la verdad me desfarató aun más el horario. La partida estuvo bien, con sus puzzles y sus combates, sencillita pero bien llevada, lo cual hacía que no se hiciera tedioso.
Por la tarde empezó el torneo de Rolcombat, que fue donde en mi opinión más brillaron Razia y Azarkia. Con este torneillo de softcombat pero con normas especiales (como rolear las heridas) y los patrocinadores (que apostaban por los jugadores dando armas diferentes a aquellos que consideraban que las necesitaban para igualar los combates y hacerlos más interesantes). El público se entregó a sus luchadores más divertidos, donde me alegró ver que a pesar de ir vestido de oso rosa, me seguían vitoreando como Oso Varonil.
Para terminar visité la zona de juegos donde me uní a una partida de El Lobo de Castronegro dirigida por un chaval de organización llamado Legión que demostró tener una paciencia infinita explicando todas las cartas (que para el que no lo sepa, son muchas y con la expansión aun más) y dejándose la voz para que todos pudieramos oirle. Me marqué un papelazo como alcalde andaluz y me fui tras mi muerte a mano de los lobos, pues gracias al poder de la lógica y mi don para la oratoria estaba exterminando a su raza.
Y aquí termina el "análisis" de mi paso por el Albanime. Solo puedo decir que a pesar de los fallos que he ido mencionando me fuí con ganas de más y esto es la primera vez que me pasa tras 2 días y acampada, pues normalmente al salir mi único pensamiento es llegar a casa para poder morirme de lo cansadico que termino. Si a pesar de estar cansado consiguieron que AUN quisiera más es que en mi opinión algo están haciendo bien y eso merece un aplauso por ellos.
Empezamos el sábado con colas rápidas, bien señalizadas y con miembros de la organización vigilando... esto no debería a ser algo que felicitar ya que debería ser lo normal, pero no os imagináis cuantos eventos hay que no tienen cuidado en algo tan sencillo como eso.
Es por eso que se agradece eso y aun más se agradece tener a las mascotas, Shonen y Shoujo, paseándose por allí y saludando a todos. Algo tan sencillo como eso ayuda a que el trato de la organización del evento se sienta mucho más humano y cercano.
Tras ese trámite mi primera parada fue en la zona de talleres, donde la organización demostró otra vez atención a la gente dirigiendo las colas cuando se alargaban demasiado y avisando a los que estaban esperando sobre los talleres para los cuales aun quedaban plazas y para cuales no.
Estos son los peluches Tsum Tsum.
Estuve en un taller de peluches Tsum Tsum donde se podía escoger entre un entrañable Pikachu y un espachurrable Totoro. He de decir que la encargada fue muy atenta con los participantes, explicándoles cosas básicas que se suponía debían saber de antes (como coser, por favor chic@s leer los requisitos que se piden con la inscripción). La única queja que tengo de la actividad fue la duración, pues hubimos unos pocos que no pudimos terminarlo a tiempo.
Tras esto fui corriendo a la zona de combate pues ya había empezado el torneo de jugger y de hecho mi equipo ya había jugado un partido. No fue mucho lo que pude hacer, tras mi lesión en la Winter Cup no he podido volver a coger la cadena y con el escudo no soy gran cosa de momento. Si os interesa ver los partidos de Los Vergadores podéis encontrarlos en el canal de mi amigo Victor pinchando aquí. Aquí las quejas son las de siempre, que los arbitros están para dar la señal y poco más. En uno de los partidos (no diré cual para no herir sensibilidades y así además hacer que os veáis los 3) se ve como el equipo rival realiza mal las cuentas levantándose mucho antes de lo que correspondería y no sancionándose golpes claros ante los que la pasividad de los arbitros dejó un muy mal sabor de boca a todos. Quiero entender que esto es debido a que no se dedican de manera habitual al jugger y que arbitrando una vez al año es difícil estar atento a todo cuando te toca hacerlo, pero sabiendo que todos los años se encargan los mismos de esto podrían hablar con la comunidad de jugadores de la ciudad para ir a practicar de vez en cuando y evitar estos problemas.
Terminó el torneo y llegó la hora de la comida, como todos los años eché en falta un poco más de menú. Estaban como de costumbre el puesto de los ramens (o rámenes) con sus 3 sabores y el puesto de los dulces con sus granizados, sus dorayakis, sus onigiris y poca cosa más. Imagino que con el público que hay (a pesar de que este año ha crecido, alcanzando si no recuerdo mal los 9000 visitantes) no sería rentable poner muchos más puestos de comida, aunque eso no evita que como el maldito zampabollos que soy los eche de menos. Si os sirve de consuelo a 2 minutos caminando hay un McDonalds donde poder ir a comer como cerdos sin arruinaros en el intento.
Bien entrada la tarde volvimos a la acción, querría haber ido al taller de complementos neko pero la zona de combate volvía a reclamarme. Empezaba el torneo de softcombat organizado por los encantadores sumachos de Azarkia y Razia y había que ir. Como siempre los combates fueron muy entretenidos y bien arbitrados con la emoción aumentando ronda por ronda. Y tal vez esa sería la única queja en ese respecto, que las primeras rondas se hacen algo lentas por la cantidad de inscritos (puede pasar la vida y media entre tu primer combate y el segundo) así que yo recomendaría al menos para la primera ronda (y tal vez la segunda) la creación de un segundo ring que permita agilizar un poco las cosas.
Así terminó el sábado, pero no para mí pues mi pack Saeko incluía acampada así que montamos el chiringuito y empezamos a hablar con la peña. Había varias partidas de El Lobo de Castronegro para unirse, una peli proyectándose y algunas cosas más. Sin embargo el gran entretenimiento fue el espectáculo que se montó, la organización tuvo que expulsar a varios campistas por estar bebiendo fuera en la zona del aparcamiento. He de decir que si bien entiendo a los organizadores y sé que está explicado en las normas que no se puede beber en el recinto me pareció algo brusca la expulsión automática que les pusieron pues como ellos mismo explicaron pensaban que con el recinto se referían a DENTRO del edificio y que por eso mismo salieron. Aunque más que por los motivos me parece excesivo por las repercusiones, ya que los que nos quedamos en la acampada es por que no vivimos en Albacete y eso significa que si expulsas a alguien lo estás dejando para que duerma tirado en la calle... por lo que hacerlo sin darles siquiera un aviso... lo siento pero no lo apoyo.
Llegó el domingo y nuevamente me apunté a un taller (xilografía japonesa) pero no pude asistir debido a como se solapo con el minirev que montaba Azarkia. Igual que antes reconocí lo bueno ahora reconozco lo no tan bueno. Apuntaron a bastantes grupos y nos llamaron a todos a la misma hora, pero el rev era para jugarse con solo un grupo así que estuvimos esperando muchísimo tiempo hasta que pudimos empezar, algo que la verdad me desfarató aun más el horario. La partida estuvo bien, con sus puzzles y sus combates, sencillita pero bien llevada, lo cual hacía que no se hiciera tedioso.
Por la tarde empezó el torneo de Rolcombat, que fue donde en mi opinión más brillaron Razia y Azarkia. Con este torneillo de softcombat pero con normas especiales (como rolear las heridas) y los patrocinadores (que apostaban por los jugadores dando armas diferentes a aquellos que consideraban que las necesitaban para igualar los combates y hacerlos más interesantes). El público se entregó a sus luchadores más divertidos, donde me alegró ver que a pesar de ir vestido de oso rosa, me seguían vitoreando como Oso Varonil.
Para terminar visité la zona de juegos donde me uní a una partida de El Lobo de Castronegro dirigida por un chaval de organización llamado Legión que demostró tener una paciencia infinita explicando todas las cartas (que para el que no lo sepa, son muchas y con la expansión aun más) y dejándose la voz para que todos pudieramos oirle. Me marqué un papelazo como alcalde andaluz y me fui tras mi muerte a mano de los lobos, pues gracias al poder de la lógica y mi don para la oratoria estaba exterminando a su raza.
Y aquí termina el "análisis" de mi paso por el Albanime. Solo puedo decir que a pesar de los fallos que he ido mencionando me fuí con ganas de más y esto es la primera vez que me pasa tras 2 días y acampada, pues normalmente al salir mi único pensamiento es llegar a casa para poder morirme de lo cansadico que termino. Si a pesar de estar cansado consiguieron que AUN quisiera más es que en mi opinión algo están haciendo bien y eso merece un aplauso por ellos.
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